Somos una organización privada dedicada a descubrir juntos el
verdadero sentido de la vida, compartirlo y ayudar a aliviar el dolor en los
corazones de millones de personas.
NUESTRA MISIÓN
Guiar y brindar apoyo, fe, esperanza y propósito a jóvenes y
adultos, con el fin de que aprendan a autoconocerse, amar la vida, descubrir lo
mejor de sí mismos, compartirlo con otros, y así generar cambios positivos y
convivencia pacífica entre los seres que conforman las sociedades
contemporáneas del presente y del futuro.
NUESTRA VISIÓN
En el 2025, Misión Verdadera será reconocida como una
organización exitosa a nivel mundial, tendrá un millón de usuarios y, además de
su fuerte presencia en línea, desarrollará programas presenciales en diferentes
países, generando un gran impacto en la mejora de la vida de las personas y la
reducción de las tasas de bullying, violencia y criminalidad en el mundo.
NUESTRA HISTORIA
Misión Verdadera nace después de años de experiencias
personales y aprendizajes no tan conscientes, a decir verdad. Desde pequeña, me
vi inmensamente atraída e identificada con el crecimiento espiritual, con una
relación pura de carácter divino. Sin embargo, con los años, este sentimiento
se convirtió en una montaña rusa de aciertos y desaciertos.
Cuando era
estudiante universitaria en una reconocida universidad de la ciudad de
Medellín, me gustaba asistir a los encuentros cristianos universitarios que
realizaba dicha institución y siempre buscaba algo más que me ayudara a
sobrevivir, a entender y apreciar la vida, y a crecer como persona. En 2008,
tuve la fortuna de trabajar en otra excelente institución se educación superior
de la ciudad e hice parte del grupo de Pastoral Universitaria. En dicha
ocasión, asistí a un retiro espiritual, en el cual, a pesar de haber
participado en varios a lo largo de mi vida, sentí algo diferente. Los
testimonios y, especialmente, las angustiadas lágrimas de los asistentes al
compartir sus historias abrieron mis ojos y mi corazón de una forma que jamás
había experimentado. Al escucharlos y
ver su sufrimiento, sentí recibir una gran revelación: “Nuestra misión en la
vida es ayudar a mitigar tanto dolor que hay en los corazones”. Confieso que he
perdido mucho tiempo y he sido muy desobediente, pues me tomó diez años tomar
la decisión real de actuar y cumplir la misión.
Otra gran inspiración para hacerlo han sido las letras de las
canciones de Jesús Adrián Romero, excelente cantante gospel mexicano, a quien
admiro profundamente y quien pienso ha sido inmensamente bendecido con sus
dones y ha hecho una gran labor llevando el mensaje a través de ellas.
Como dice uno de sus temas: “La mies es mucha, hay gran
necesidad y pocos obreros al campo van”. Por eso, es fundamental que cada uno
de nosotros haga algo, ponga un granito de arena para que todos podamos ser la
mejor versión de nosotros mismos, vivir en paz unos con otros, ser felices y
cumplir la misión por la cual hemos venido al mundo.
Gracias a Dios, por poner en mi camino las personas y los
mensajes correctos, los cuales han sembrado en mi corazón la semilla de la fe y
la obediencia.
Nota: Especialmente, les recomiendo
escuchar con corazón atento las siguientes canciones de Jesús Adrián Romero: Mi
universo, Heme aquí, Aquí estoy yo, Cuenta conmigo, Esperar en Ti y Prefiero a
Cristo. Espero que sus letras siembren también en ti semillas de
amor, fe, conciencia, comprensión, entrega y obediencia.
Autoconocimiento y Transformación: Nos mantenemos en continuo
proceso de autoconocimiento, con el fin de descubrir lo mejor en nosotros
mismos y en otros, y nos comprometemos con la transformación personal y la
trascendencia espiritual.
Integridad: Nuestros actos se caracterizan en
todo momento por la honestidad y la transparencia, pues solo a través del
ejemplo podemos dar fe de que el bien debe ser nuestro más sublime propósito.
Solidaridad: Nuestro principal objetivo es
ayudar a otros, acompañarlos y apoyarlos en la búsqueda de su camino personal y
espiritual.
Gratitud: Mantenemos una actitud de
agradecimiento con Dios, con cada una de las personas que forman parte de
nuestra comunidad y con aquellos que llegan a nuestra organización buscando
alimento espiritual.
Obediencia: Somos conscientes de que solo la obediencia a Dios, viviendo y actuando según su voluntad, traerá a nuestras vidas paz, propósito y bendición.
NUESTROS PRINCIPIOS
Fe: Nuestra labor se basa en la fe en
Dios (independientemente de nominaciones religiosas) y ella nos dará la fuerza
para seguir siempre adelante.
Amor: El amor es el mandamiento por excelencia
y debe guiar en todo momento nuestros actos. El amor es la fuerza de nuestro
espíritu y sanador de vidas y corazones.
Esperanza: Estamos seguros de que hay
esperanza para el mundo, esperanza de que el bien ganará, de que todos podemos
ser buenos y felices.
Verdad: Él es el camino, la verdad y la
vida, y la verdad nos hará libres. Buscamos hablar siempre con la verdad,
buscarla, atesorarla y compartirla amorosamente con el mundo.
Servicio: Es este el principio máximo que
debe regir cada una de las acciones que llevamos a cabo: el servicio a los
demás. Servir con amor, humildad y paciencia es nuestro más profundo deseo y el
objetivo que impulsa nuestras iniciativas.
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